Desde su fundación, Casa del Lago UNAM se convirtió en un lugar emblemático para la escena artística de la Ciudad de México. Juan José Arreola, director fundador, se encargó de reunir a una serie de artistas y escritores que sacudieron el panorama cultural de la época. En sus diversos espacios se experimentó, se rompió con las formas dominantes del arte en sus diversas disciplinas y con frecuencia se arriesgó hasta nuevos límites, convirtiendo al foro universitario de Chapultepec en un referente del arte emergente y en un espacio de formación e información sobre lo que sucede en el arte en otros países.

Fue en 1906 cuando iniciaron los trabajos de embellecimiento del Bosque de Chapultepec para convertirlo en un parque público con lagos, en conmemoración del Centenario de la Independencia que se llevaría a cabo en 1910. A un costado del Lago Mayor empezó la construcción del Club del Automóvil, inmueble de estilo francés que hoy ocupa la Casa del Lago UNAM. El terreno fue rentado por los miembros del Club del Automóvil, cuyo presidente honorario era José Ives Limantour; la edificación se realizó conforme al presupuesto y los planos aprobados por la Secretaría de Gobernación.

En 1911, con el triunfo de la Revolución mexicana, el gobierno del presidente Francisco I. Madero decidió que la construcción debía pasar a propiedad de la Nación y se le nombró Casa del Lago. El Club del Automóvil continuó bajo un régimen de renta y adquirió el compromiso del buen mantenimiento del inmueble y de los jardines.

Fue hasta 1959 que el Rector de la UNAM, Nabor Carrillo, y el maestro Jaime García Terrés, director de Difusión Cultural de la UNAM, propusieron establecer en el edificio el primer centro cultural extramuros de la Universidad, manteniendo el nombre de Casa del Lago. El escritor Juan José Arreola fue  nombrado su primer coordinador e inició funciones el 10 de mayo del mismo año. La inauguración formal se llevó a cabo el 15 de septiembre, con un importante festejo y actividades culturales. Se inauguró una exposición con obras de las colecciones particulares de artistas muy reconocidos mundialmente (Durero, El Greco, José de Ribera “El Españoleto” y Pisanello); se presentó un ballet folclórico y mariachis en una tarima flotante sobre el lago, así como recitaciones por parte de Juan José Gurrola y del propio Juan José Arreola en la misma panga.

Actualmente Casa del Lago UNAM es uno de los más atractivos recintos universitarios por su belleza arquitectónica y su magnífica vista hacia el Alcázar del Castillo de Chapultepec. Su misión es la de ser uno de los centros neurálgicos del arte y la cultura contemporáneos en México y Latinoamérica, manteniendo una oferta interdisciplinaria y transversal que establezca puentes de (re)conocimientos entre públicos diversos, que involucre múltiples modos de pensamiento, reflexión crítica y el entrecruzamiento entre lenguajes, generaciones de creadores y diálogos interinstitucionales.